La Epifanía del Señor
Por la señal de la Santa Cruz del Ávila,
hasta la Piedra del Cocuy en el Amazonas,
desde el sagrado Delta del Orinoco
hasta la Sierra Nevada de los Andes,
nos persignamos cada mañana,
al ser devotos de la Virgen de Coromoto,
presten todos mucha atención :
deben estar cada uno a buen resguardo,
como lo hace un Mucuchíes o un San Bernardo,
así laboran las abejas en la colmena de la vida,
. . . es la hora nuestra, es la Epifanía del Señor.
En cada amanecer o crepúsculo solar,
así como en el Camino a Santiago de Compostela,
nos hace sentir como viendo una estrella fugaz,
la Gracia Divina de una tierra bendita,
de lunes a domingo, cruzando puentes, como Caminantes,
siendo fieles y obedientes al glorioso Universo,
entre ríos y arroyos, con reflejos Dorados, pues Dorados somos,
frente a las salinas de Araya está la Reina de los Mares,
haciendo castillos de arenas de las más finas y puras,
nos sentirnos victoriosos, al tomarnos unas fotos,
. . . es la hora nuestra, es la Epifanía del Señor.
Aún teniendo sed de tanto andar y andar,
recordamos a Alfonso el Sabio y su poética manera de guiar,
o al polifacético San Francisco de Asís, amante de los seres con ánima,
como los tucanes o pericos van volando hacia la Luz,
mientras San Jorge nos ilumina en las noches más oscuras,
al unísono con las promesas y plegarias a María,
o conseguir los favores y beneplácitos de San Antonio,
estemos donde estemos, nunca nos falta su esencia,
quizás sea por su bondadosa o eterna presencia,
donde hay que colocarle más tilde que silencio,
. . . es la hora nuestra, es la Epifanía del Señor
San Vicente de Paúl nos trae su aliento de caridad,
al imaginar y construir nuevos espacios y tiempos,
como campamentos, posadas o villas nuevas,
en cuál rol ando por veredas o caminos,
en aromas de café, el de Chuao es tan bueno como el Valdés,
transitamos por jardines, en abriles de ramos de flores y más flores,
hasta probar el miche andino en serranías de frailejones,
o tomando un descanso en una plazuela, por toda Venezuela,
mi-mi son notas compartidas en Alemania, así como la tradición del Rey David,
por ser guerreros del alma, que son nuestras únicas armas,
. . . oramos, a toda hora, por la Epifanía del Señor.
ALMO
6 de Enero de 2024
Sanctuary of the Heart. Meditation by Albert Ketelbey
