FILOSOFIA
Nuestra Palabra
Al Discípulo :
Hijo mío, no te detengas mucho para contemplar las cosas, ni leas muchas cosas escritas por un mismo autor, porque eso te conduce al sueño del fanatismo.
Observa aquí y allá, lo bueno y lo malo, saca tus propias conclusiones y esto te conducirá a tener una mente despierta. ágil, que te hará lúcido al discernimiento. Se libre, no dependas de criterio ajeno, ten el tuyo propio, que será mejor siendo tuyo, que el ajeno por bueno que sea para tí. Lee, lee mucho a diversos autores, pero no te quedes con ninguno porque ese te dominará. Prefiere meditar, comparar, mirarte en los libros que leas, porque en cada libro hay un personaje que eres tu mismo escondido en sus páginas. Que hay libros malos ! . . . Mentira, mentira . . . Eres tu ese personaje que no te gusta ver retratado en sus páginas ; libros con muchas palabras y poco significado, libros tediosos, libros inmorales, libros que repiten lo que tu sabes llevan , en una página escondida el mensaje del Maestro, el oro de la mina en toneladas de barro. Pero prefiere meditar, comparar, mirarte en los libros que leas, allí estás tu escondido. Qué personaje tan desconocido para ti eres tu, hijo y qué difícil ubicarte a veces en tu propia imagen.
Cuando el libro no existía, la palabra del Maestro se transmitía de labios a oídos, y no siempre esa palabra escuchada era la más sonora ni la más halagadora promesa esperada por el Discípulo, como esta que estoy escribiendo hijo mío.
OM TAT SAT
Fuente : Órgano de Cultura y Difusión del Centro de Orientación Filosófica, Noviembre, 1974. Derechos Reservados.
